Todo lo que sé es que me pasa. ¿El porqué? Porque Sí.
Lo cierto es que no me van las nubes. Mira, soy así de raro. Ahora es cuando tendría que sentir remordimientos por las lluvias, por el efecto invernadero, ... que sí, que sí. Si yo soy el primero que está de acuerdo con todo. Si yo soy de los que cuando llueve, me ducho has más a gusto ... no sé, con menos cargo de conciencia ... Pero, no me van. Yo donde esté una buena sudada, un buen "mira, mira, ... ahora corre aire y todo", ... que se quiten los paragüas, botas de agua, ... (por cierto, aunque no venga al caso: ¿porqué paragüas lleva dieresis i agua no? Iba a hacer un chiste malo, pero paso).
Como iba diciendo: se me quitan las ganas de "tó" (bueno, de tó, de tó, ... no).
Con esta afirmación que corre de mi cuenta, debo decir que ADMIRO a los gallegos, a los asturianos ó a los vascos. ¿Cómo pueden hacer vida normal lloviendo tanto como llueve allí? ¿Cómo tienen ganas de salir, de jugar al fútbol, de jugar al "teto" ó de cualquier cosa normal? Está claro, es una mutación genética de los españoles. Sí, es así. Los españoles nacimos iguales y hemos mutado: unos hacia reglaje de ruedas de seco, y otras de mojado... y yo soy, de los que no le gusta entrar en boxes para cambiar de neumático.
Vamos, que como he dicho es de admirar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Tus deseos son órdenes.
Publicar un comentario